Por qué es
importante

Aprendemos desde pequeños que Guatemala es una parte central del corredor biológico de América. Pero cuando cerramos los ojos para imaginarlo, pensamos en la Reserva de la Biósfera Maya en Petén, o las montañas que empiezan en la Sierra de las Minas en el Oriente y atraviesan el país por el Altiplano hasta Huehuetenango. Pocas veces recordamos que en las Costas del Pacífico hay una pieza clave del corredor biológico mesoamericano: la reserva del Manchón Guamuchal.

Ubicados en la esquina casi fronteriza con México, esta reserva del tamaño de Antigua Guatemala es el último gran humedal del Pacífico guatemalteco. El Manchón posee manglares, áreas inundables y lagunas costeras.

Especies de aves migratorias
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Especies de peces y crustáceos
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Especies de anfibios
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Especies de reptiles
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Hectáreas de mangle (el tamaño de la Antigua)
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Los manglares ayudan a proteger al planeta contra la crisis climática porque capturan carbono, y amortiguan vientos y olas de tormentas.

Tiene más de 500 especies de aves, reptiles, anfibios y peces. Llegan también tortugas marinas, cocodrilos y jaguares. Es un refugio para una gran diversidad biológica que migra cada año entre el Golfo de Fonseca desde Nicaragua hasta Chiapas, México.

Aunque ignorado por el imaginario nacional, está amenazado por la actividad humana en la Cuenca del Río Ocosito, que atraviesa en la cabecera departamental de Retalhuleu y recorre 130 kilómetros hasta llegar a las áreas inundables, lagunas costeras y sus manglares.

Todas las 500 mil personas, comunidades, empresas y autoridades en esos 130 kilómetros somos responsables del Manchón Guamuchal. Esta página busca ser un puente entre actores para aportar ideas, buenas prácticas y soluciones para unirnos y así Salvar el Manchón.